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Archive for the ‘Flores’ Category

Bouquet y barco de vapor

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Bouquet con Cala

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Anemona y paisaje Gris

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Crisantemos en Londres

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Amarilis secos

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

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Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Gladiolo en azul

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Lirios

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Últimos girasoles

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Peonías

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.

Petunias en las montañas

Miguel personalmente escogía cada una de las flores que pintaba.

Buscaba los mercados de flores de la ciudad o las tiendas de variedades exóticas del Barrio Chino. A las 4 de la mañana se levantaba para ser el primero en elegir y llevarse al estudio las flores, cuidadosamente envueltas en periódico; musas para su siguiente cuadro.

Cuando alguna flor se marchitaba antes de que la hubiera terminado de pintar, iba en búsqueda de un espécimen similar que cuidadosamente reemplazaba en su composición. Miguel nunca usó referencias fotográficas en su obra. Nunca tomó un atajo. Los únicos dos ingredientes de su obra fueron la luz y la vida.